La Unión Europea quiere imponer 5 años de seguridad y 3 años de actualizaciones para todos los teléfonos
Los legisladores de la UE han propuesto unos requisitos muy estrictos para los teléfonos inteligentes que se venden en la región. Los reguladores han sugerido que los proveedores de teléfonos proporcionen al menos cinco años de actualizaciones de seguridad y tres años de actualizaciones del sistema operativo a sus dispositivos. Además, dichas actualizaciones de seguridad y del sistema operativo deben llegar a los usuarios "a más tardar dos meses después del lanzamiento público".
Si se aplican, estas normas podrían cambiar fundamentalmente la forma en que los OEM de Android gestionan el soporte de software para sus dispositivos. Samsung y Google son las únicas marcas que prometen cinco años de actualizaciones de seguridad para sus teléfonos. Aun así, no todos sus dispositivos disfrutan de estas ventajas. Además, Samsung emite cuatro grandes actualizaciones de Android para sus dispositivos de gama alta, el más largo de la esfera Android. En comparación, Google y otras marcas proporcionan tres o menos actualizaciones importantes del sistema operativo para determinados dispositivos.
Una normativa como esta podría obligar a las empresas a lanzar actualizaciones más largas no solo para sus teléfonos insignia, sino también para los dispositivos menos premium y económicos que no suelen recibir compromisos de actualización a largo plazo por parte de los fabricantes.
El proyecto de reglamento también dicta que la capacidad de la batería de un dispositivo "no se deteriorará después de una actualización del software del sistema operativo o de una actualización del firmware cuando se mida con la misma norma de ensayo utilizada originalmente para la declaración de conformidad". También afirman que "no se producirá ningún cambio en el rendimiento como resultado de rechazar la actualización, excepto en el caso del software de aplicación de terceros".
Prolongación de la vida útil de los teléfonos
Por otra parte, el proyecto de normas sugiere que los teléfonos inteligentes y las tabletas que se vendan en la región de la UE deben disponer de piezas de repuesto, como baterías, pantallas, cámaras, puertos de carga, etc., durante al menos cinco años.
El proyecto señala que "los dispositivos suelen ser sustituidos prematuramente por los usuarios y, al final de su vida útil, no se reutilizan o reciclan suficientemente, lo que supone un desperdicio de recursos". Ampliar su vida útil de dos o tres años a cinco años sería como retirar millones de coches de la carretera, según las conclusiones de la Comisión Europea.
En los últimos tiempos, Europa ha liderado la regulación de los teléfonos inteligentes. La región ha aprobado recientemente una ley que exige que todos los teléfonos inteligentes cuenten con carga USB-C para 2024. Las últimas normativas propuestas son aún más agresivas y podrían alterar fundamentalmente el panorama de los teléfonos Android si se adoptan.
La Comisión Europea está recabando opiniones sobre el proyecto de normas. Algunas de las propuestas podrían entrar en vigor a finales de año, y la mayoría se adoptarían 12 meses después de su aprobación.